Los relaves son desechos tóxicos subproductos de procesos mineros y concentración de minerales, usualmente una mezcla de tierra, minerales, agua y rocas.
Los relaves contienen altas concentraciones de químicos y elementos que alteran el medio ambiente, por lo que deben ser transportados y almacenados en «tanques o pozas de relaves» donde lentamente los contaminantes se van decantando en el fondo y el agua es recuperada o evaporada. El material queda dispuesto como un depósito estratificado de materiales sólidos finos. El manejo de relaves es una operación clave en la recuperación de agua y para evitar filtraciones hacia el suelo y napas subterráneas, ya que su almacenamiento es la única opción. (wikipedia).
PAISAJES MARCIANOS (Opinión)
Presenciar un relave minero da la sensación de un paisaje marciano, un lugar inhóspito, carente de vida. Los relaves mineros transforman drásticamente la ecología de un medioambiente y generalmente ocupan un espacio en donde antes había una falda de cerro para el pastoreo, una quebrada, laguna o valle.
En la extracción aurífera se requiere remover miles de toneladas de roca y tierra con agua y el uso de productos químicos como el cianuro o mercurio. Es imposible no pensar que toda esta remoción de lodo y desechos no tenga una destinación que un relave.
Los relaves tarde o temprano son perniciosos por las consecuencias que generan en el medio ambiente:
1) Son letales para la salud de la madre tierra. El sector que ocupa un relave está destinado para ser un punto muerto en donde la madre naturaleza puede tardar decenas de miles de años en regenerarse.
2) Son perniciosos para la ecología, la flora y la fauna. Afectan drásticamente el hábitat de la flora y fauna de los animales silvestres, contribuyendo a la extinción anticipada de numerosas especies.
3) Pueden traer graves consecuencias en la salud pública. Las emanaciones de polvo químico, filtraciones y agua contaminada pueden ser causantes de problemas endémicos si no se realizan controles sanitarios periódicos.
Hoy por hoy Chumpi y todos los pueblos vecinos se encuentran a merced de la explotación minera. El canon del oro en Chumpi puede resultar muy barato si a la larga se produce alguna catástrofe medioambiental o si las autoridades se duermen en sus puestos y no exigen controles de calidad en relación a desechos tóxicos, ya que las mineras cuentan con el aval del gobierno central. Tarde o temprano nuestros pueblos tendrán que despertar de este letargo y exigir supervisión, seguridad y CONTROLES periódicos a fin que la explotación minera garantice la salud pública y bienestar de la ecología, apelamos en ese sentido a la responsabilidad social de las empresas mineras. Todo hace suponer que la fiebre del oro ha llegado con fuerza.
BUENAS FOTOS Y UNA BUENA CONCLUSIÓN
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